viernes, 23 de septiembre de 2011

Los niños y los lentes 3

Aún en edad no verbal se puede saber la agudeza visual que tiene un bebe o niño, existen medios directos sin la necesidad de la cooperación del paciente, inclusive si este tiene meses de edad. Lo ideal es asegurarnos de que nuestro hijo (a) ve bien lo más pronto posible y eso se puede hacer con una consulta sencilla. En los bebes existen medios indirectos de medición de la agudeza visual. Se llama la prueba de Teller (Visión preferencial), en los niños que todavía no hablan bien utilizamos la cartilla de LEA para facilitar la revisión y en los niños más grandes están las figuras y los números para ayudarles cuando no se saben bien las letras.

Una vez que sabemos que un niño no ve bien podemos desde pequeñines también medir la cantidad de graduación que necesitan. En los bebés y niños menores de seis años se utiliza la esquiascopía, en este procedimiento colocamos 3 gotas de un medicamento que se llama ciclopléjico y que nos ayuda medir la graduación total (sin que el cristalino del niño compense parte de ella). Con este procedimiento podemos adaptarle sus lentes a todos los chiquitines.

Ahora hay muchos tipos de lentes mejor pensados para los niños, materiales más resistentes, diseños más comodos y atractivos para ellos (sabemos lo difícil que es a veces conseguir que se los pongan), hay armazones de Plaza sésamo, Pooh, Los increibles, Ben 10, las princesas, etc, etc, etc, todo esto ayuda a que los niños se enamoren de sus lentes y los usen el mayor tiempo posible (de preferencia el día completo). Para los bebés hay materiales que son más comodos y no molestan en sus orejas o en la nariz, materiales que hacen que ni sientan los armazones.

¡¡Los invitamos a que revisen a sus niños y se aseguren de su adecuada visión y desarrollo!!

lunes, 5 de septiembre de 2011

Los niños y los lentes 2

Para que exista la capacidad de ver, deben reunirse varios factores, como lo son; la transparencia de medios (cornea, cristalino y humores acuoso y vítreo), un sistema óptico adecuado, el desarrollo neurológico completo y la presencia de las sustancias químicas necesarias. Todos estos factores trabajan al unísono para que la imágen que tenemos frente a nuestros ojos termine siendo interpretada en la corteza occipital del cerebro.
Para el tema que estamos tratando, conviene analizar dos de estos cuatro factores. Estos son el sistema óptico y el desarrollo neurológico. Durante los primeros años de vida el desarrollo neurológico depende de un adecuado sistema óptico (o su corrección adecuada con lentes), con esto quiero decir que los bebés con problemas ópticos (miopía, hipermetropia o astigmatismo) tendrán impedido o incompleto su desarrollo neurológico
Como habíamos mencionado antes, nadie nace sabiendo ver, la visión de un recién nacido y un bebe pequeño es borrosa y va mejorando conforme avanza su maduración. El problema es que si este bebé tiene miopía, hipermetropía importantes o astigmatismo, la imagen que llega al cerebro es borrosa, si esta situación no se corrige, el cerebro aprenderá a ver imágenes borrosas, lo que se traduce en que este mismo bebe, a los seis o siete años va a hacerle saber a sus padres o maestros que no ve bien (acercándose demasiado a libros, cuadernos o pantallas) y cuando sea llevado a la oftalmóloga (o) o bien a una óptica, no importa cuanta graduación le pongan, nunca verá tan bien como hubiera podido. No tuvo una correcta maduración neurológica.
Desde los cuatro meses o un poco antes, se les pueden adaptar lentes a los bebes, existe un método que se llama esquiascopía, con el cuál podemos saber cuanta graduación necesita el bebe/niño (a) y también hay armazones especiales para pequeñines de esta edad.
Quiero terminar con la misma frase que tanto nos gusta repetir....

¡¡¡¡¡¡¡¡EL MEJOR TRATAMIENTO ES LA PREVENCIÓN!!!!!!!